Al conocer tus bondades, ¡mi tesoro!,
fue presa del amor el alma mía;
y sin siquiera darme cuenta, te quería,
con tan fuerte sentimiento, que te adoro.
no en vano, con bastante coherencia,
y con ansia, mantengo este amor,
que dió dulce paz a mi conciencia,
convirtiendo en placer mi dolor;
y este, tan dulce sentimiento;
me hace concebir lo inconcebible:
¡porque hoy día el amor aún siento
y vivir sin amarte ¡es imposible!
J.Plou
No hay comentarios:
Publicar un comentario