Tranquila, no tengas prisa,
no pidas lo que no puedo dar,
sabes que soy como la brisa,
que suave sopla desde el mar.
Me pides cosas, querida,
que tienen un gran valor;
unas me alegran la vida,
otras van llenas de amor.
Cuando me pides un beso,
siento tanta ilusión;
que mi cuerpo queda preso
y se me para el corazón.
J.Plou
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